Hoy recogemos que la dislexia parece apuntar su causa a dificultades auditivas según pone de manifiesto la noticia que recogemos. Sin embargo pese a constatar este factor no es menos cierto que discrepamos en cuanto a la importancia de este dato y la implicación que en esta dificultad de aprendizaje tiene la percepción de sonidos.
Para nosotros la dislexia es una dificultad en el tratamiento y procesamiento del lenguaje cuya causa se encuentra en las áreas cerebrales del lenguaje y de la inteligencia abstracta, por esta razón los disléxicos confunden cuando escriben letras o grafemas en espejo y el hecho de contar con una dificultad auditiva sólo es un factor coadyuvante en el proceso pero de ninguna forma consustancial a su formación.
Como escribí en el libro Babygenio publicado por Ediciones del Laberinto en el año 2003 la formación de la percepción a través de los sentidos no implica una relación causa efecto en la formación de estructuras cerebrales o en sinapsis neurales. En otro orden de cosas en 25 años de docencia no he encontrado una equiparación significativa entre hipoacusicos y disléxicos.
En la España de fracaso escolar y políticos presuntamente corruptos donde el sol se pone por sitios insospechados y siempre calienta a los mismos ahora resulta que los pocos que estudian, que se dejan el resuello en acumular titulaciones, idiomas y máster sólo tienen derecho al trabajo que los inútiles o menos válidos deciden darles. Dicho de otra manera si perteneces a la casta de las vacas sagradas, no hay más que leer entre las líneas de las charangas y panderetas, tienes el futuro resuelto, en caso contrario o te explotan porque no das el nivel o porque lo superas con ancho margen.
Da igual lo que sepas porque los dados están lanzados y la suerte echada esperando que se acuesten con ella los de siempre. Sólo es posible una tercera vía la de los empresarios de las pymes, una raza de chiflados, en la que me incluyo, donde contra viento y marea mantenemos un país de mediocridades donde siempre estamos esperando como pago el pisotón de las vacas, que como siempre, nos perdonan la vida.
He visitado la primera edición de Dabadum, Salón del Ocio Infantil en Familia, que ha tenido lugar en el IFEMA de Madrid, y he de confesar que me sorprendido la respuesta de los padres y la capacidad de los niños para jugar a lo que se les ponga por delante: deportes de todo tipo, alimentación saludable, construcción y energía, baile, teatro, idiomas, música y un sinfín de actividades.
Hemos comentado muchas veces lo importante que es el ocio para el desarrollo intelectual de los niños, pero también, aprovechamos la oportunidad para recordar a las autoridades educativas y padres que deben compensar ese tiempo de juegos con una formación adecuada. De estos niños dependerá el bienestar de todos en el futuro.
Es cierto como decía Juvenal que una mente sana requiere un cuerpo sano y para mantener este concepto de salud es preciso una vida no sedentaria. En niños el movimiento, permanecer al aire libre y liberar energía es necesario para un crecimiento armónico físico y mental pero esto no quiere decir que todos los deportes resulten adecuados para todas las edades o que deporte y actividad física estén indisolublemente unidos. Montar en bicicleta, nadar, patinar, jugar a los bolos son prácticas más saludables para niños entre tres y ocho años que el fútbol, el tenis o el esquí. Es cuestión de pura lógica, de seguir la mayoría de las investigaciones médicas y de conoce la anatomía y fisiología de cualquier niño.
