Los medios audiovisuales y los bebés

En este siglo donde los avances tecnológicos se multiplican a una velocidad vertiginosa perdemos a veces de vista las etapas de la evolución del ser humano y pretendemos saltarnos alguna de ellas con el propósito de lograr una maduración más completa mediante la utilización inadecuada de los medios audiovisuales.
Siempre, de acuerdo con la opinión científica mayoritaria, he mantenido que es una autentica barbaridad permitir o dejar que los bebés vean la televisión independientemente del tiempo de exposición o de los contenidos de los programas. Es aberrante por la conformación inmadura del cerebro y de las partes que permiten que la mente origine un pensamiento abstracto, por la propia anatomía y fisiología del sistema nervioso, por las características que conforman su sistema visual, por la arquitectura de sus emociones y además por las implicaciones negativas que inciden en su sistema de aprendizaje como consecuencia de una atrofia de las inteligencias que tienen que ver con la articulación del lenguaje, con la comprensión lingüística y con la capacidad de expresión y de una hipertrofia de su inteligencia espacial lo que establece una conexión directa con el déficit de atención, que es una de las principales causas del fracaso escolar.
En definitiva, nunca la armonización de inteligencias, la capacitación, el desarrollo de habilidades, de creatividad, de imaginación y de curiosidad ni tan siquiera una gimnasia mental o un desarrollo cerebral se pueden conseguir mediante la utilización de programas de televisión o DVDs.